Desde el lanzamiento, se han desarrollado e implementado muchas iniciativas concretas que se basan en la base de la Política Alimentaria de Milán.
Un "centro local de residuos de alimentos"
En el 2018, se realizó una investigación entre el Politécnico de Milán, que proporcionó experiencia en modelado y análisis de datos, y Assolombarda, una organización paraguas que conecta supermercados, empresas y comedores. Junto con la oficina de Política Alimentaria de Milán, exploraron la creación de desperdicios de alimentos en tres vecindarios diferentes. Esta investigación culminó con el lanzamiento de un “centro de desperdicio de alimentos” local ubicado en un almacén municipal, con el apoyo de Fondazione Cariplo (con las acciones del proyecto QuBì) y la logística requerida para traer y redistribuir alimentos de comedores privados, supermercados y mercados callejeros.
Crear conciencia
Trabajando con Milano Ristorazione, la agencia municipal de alimentos que administra todos los servicios de restauración escolar en la ciudad, se realizó una campaña en 85 escuelas. Los alumnos en los comedores escolares tienden a desperdiciar la fruta que se sirve al final de su almuerzo, por lo que se anima a los niños a tomar la fruta como merienda a media mañana. Los niños también recibieron bolsas de papel reutilizables para llevar los restos de comida al final del día escolar. La campaña derivó en una reducción del 17 % del desperdicio de alimentos.
Regenerar suelos periurbanos y locales, y generar biogás
Los camiones municipales (muchos impulsados por biodiesel) recolectan regularmente alimentos excedentes de hogares, propiedades comerciales y escuelas en Milán, y los transportan a una planta de digestión anaeróbica y compostaje. Estos recursos orgánicos se procesan en biogás, que se inyecta en la red local de gas, y el compostaje que se utiliza para fertilizar las tierras de cultivo periurbanas. A través de una serie de herramientas de comunicación como folletos, radio y televisión, los habitantes de Milán recibieron orientación para alentar la separación de diferentes materiales orgánicos y no orgánicos, y para el 2018, lograron una tasa de separación de fuentes de casi el 56 %. En total solo para ese año, se procesaron aproximadamente 130.000 toneladas de recursos orgánicos de esta manera, evitando 8.760 toneladas de dióxido de carbono equivalente.
Medidas fiscales
Para alentar aún más a los mercados, restaurantes, comedores privados y escolares, y otros, se introdujo una reducción de impuestos municipales del 20 % en el 2018 para cualquier organización que done a bancos de alimentos y organizaciones benéficas de alimentos. La administración de esta medida requiere la colaboración de los departamentos de política fiscal, ambiental y alimentaria.
Adquisición de productos alimenticios de origen local
Alrededor de 100 granjas y 800 huertas rodean Milán. El Distretto Agricolo Milanese (DAM) es un consorcio que reúne a más de 30 de estas granjas. Junto con la Municipalidad de Milán, DAM trabaja para apoyar la adquisición de alimentos de origen local. Por ejemplo, el arroz que se sirve en los comedores escolares de Milán es producido íntegramente por el DAM, y hasta la fecha, otras 19 cadenas de suministro hortícolas tienen conexiones con fuentes locales de producción de alimentos, reduciendo drásticamente el transporte y apoyando la producción local.